“El tramposo y la cuerda floja”, de Claude Simon: una hermosa reedición de este maestro de la nueva novela

Claude Simon nació en Tananarive en 1913. Premio Nobel de Literatura en 1985. Falleció en 2005. Fue enterrado en el cementerio de Montmartre. En 2006, ingresó en la Pléiade. Si no han tenido suficientes fechas importantes, aquí tienen una: 1960: lanzamiento de "La Route des Flandres". Un texto referente de su genio, atormentado por la guerra. La frase se alarga, se multiplica. Hay un meandro al estilo de Claude Simon , este maestro de la Nueva Novela profundamente inspirado por la dinámica del universo. Remolinos, corrientes, vientos que soplan en ráfagas, impulsando sus estallidos por los callejones de Perpiñán. La Gehena en la Tierra, el ser de sangre, la debacle de 1940, todo mezclado en una única narrativa fundacional que toma prestado de las escrituras sagradas, incluso se cuela en ellas, participando de su brillo innombrable. La energía general de sus textos ofrece la potencia de fuego de un submarino nuclear. Si la Armada francesa, además de los cuatro en servicio —el Triomphant, el Téméraire, el Vigilant y el Terrible—, decidiera construir uno nuevo, sería acertado bautizarlo como «Claude-Simon».

En una hermosa edición presentada por Mireille Calle-Gruber, Minuit reedita los primeros textos que Simon había renegado en mayor o menor medida, pero que resultan fundacionales: publicadas en Sagittaire en 1945 y 1947, una novela larga, "Le Tricheur", y una más corta, "La Corde raide", permiten a su autor comprender mejor su concepción de la obra como un "flujo". Cuando Louis y Belle cobran vida, en "Le Tricheur", están huyendo. ¿De qué huyen?...

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